La Fundación Freno al Ictus ha concedido a todas las empresas Grupo PITMA, entre ellas Nostel, la certificación como ‘Espacios Cerebroprotegidos’. Se convierten así en la primera empresa de Cantabria con esta calificación. Varios empleados de la compañía han adquirido los conocimientos específicos para identificar y actuar ante un caso de ictus.
La representante de Nostel, Pilar Casanova, recogió el diploma el pasado martes en un evento en el que estuvieron presentes el presidente de la Fundación Freno al ictus, Julio Agredano, el CEO de grupo PITMA, Álvaro Villa, el consejero de Salud, César Pascual, y otros representantes del tejido sanitario de la región.
Unas 180 personas de todas las empresas del grupo PITMA han realizado la formación y representantes de todas ellas recogieron los diplomas. En este sentido, varias empleados de Nostel han adquirido la capacitación para identificar los síntomas y activar el protocolo ‘Código Ictus’, una enfermedad calificada como tiempo-dependiente en la que una rápida intervención es fundamental para conseguir una mayor tasa de supervivencia.
El ictus es actualmente la segunda causa global de muerte en España y la primera en mujeres, con más de 120.000 casos anuales en toda la población. Empresas privadas de ámbito nacional como Aqualia, Banca March, BASF, Campofrío o DKV, empresas e instituciones públicas como el Senado de España, Metro Madrid, Correos, ICEX o Puerto de Bilbao, y otros colectivos como Cruz Roja, el club deportivo Real Madrid o la Cámara de Comercio de Granada ya forman parte de la red de espacios cerebroprotegidos certificados por la Fundación Freno al Ictus, con quien el grupo PITMA lleva trabajando desde hace un año.
Espacio cerebroprotegido
Espacio Cerebroprotegido” es una certificación obtenida a través de una formación online, el contenido formativo ha sido desarrollado con la colaboración de la Sociedad Española de Neurología (SEN) a través de su Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares (GEECV) y forma parte del proyecto “Brain Caring People” el cuál cuenta con el aval social de la propia sociedad científica y cuenta también con el apoyo de la Asociación Española de Especialistas en Medicina del Trabajo (AEEMT) y la Asociación Española de Servicios de Prevención Laboral (AESPLA).